Se extiende el escándalo por el “me gusta” desde la cuenta del papa Francisco en Instagram a la foto de una modelo erótica brasileña. Ahora, el mismo Vaticano pidió ayuda a la red social para investigar lo que sucedió. La Santa Sede abrió una investigación interna y externa en la que se está estudiando el asunto en “estrecha colaboración” con Instagram.

La imagen a la que la cuenta oficial del Papa, @franciscus, dio su “like” es una en la que Natalia Garibotto aparece disfrazada de colegiala, con una pollera más que sugerente, frente a unos casilleros. La joven tiene casi 2 millones y medio de seguidores en la red social, que se han incrementado en la última semana gracias a esta insólita publicidad. Obviamente, el papa Francisco no la sigue; de hecho, la cuenta del Pontífice no sigue a ninguna otra.

No está claro cuándo apareció el “corazón” de la cuenta de Francisco en la foto de Garibotto, pero seguía siendo visible el 13 de noviembre.

Descartado
Las redes sociales del Vaticano son gestionadas por un pequeño grupo de personas y, según se informó, por el momento se excluye que el me gusta haya salido de alguno de ellos. La Agencia Católica de Informaciones (ACI) aseguró: “Podemos descartar que el ‘like’ proceda de la Santa Sede”,

“Veremos cómo se desarrollan las pesquisas internas, en el Vaticano, y externas, en Instagram. Todo indica a una mano externa, pero todavía no hay conclusiones”, indicaron al diario español La Vanguardia fuentes del Vaticano.

“Voy a ir al cielo”
Cuando le preguntaron en una historia de Instagram a Garibotto “¿cuál fue tu reacción cuando viste que el Papa le puso me gusta a tu foto?”, la joven respondió “me emocioné, como todos, me pareció genial”. Más tarde, publicó en su cuenta de Twitter: “Por lo menos voy a ir al cielo”.

Mientras tanto, la empresa COY Go, que supervisa las redes de Garibotto, publicitó en su cuenta el episodio presumiendo que la compañía “ha recibido la bendición oficial del Papa”.

El papa Francisco es muy popular en las redes sociales. Tiene 18,8 millones de seguidores en Twitter solamente en su perfil en inglés, y tiene otros 18,5 millones de fans en la cuenta en español. En Instagram le siguen 7,4 millones de personas. No gestiona él directamente sus cuentas, sino un equipo dentro del departamento de comunicación del Vaticano, aunque sí suele dar el visto bueno a los tuits que publica desde sus cuentas oficiales en varios idiomas.

L’Osservatore Romano, el órgano oficial de prensa de la Santa Sede, aún no emitió ninguna comunicación respecto del “affaire” en Instagram. (DIB) MM