Mediante un convenio firmado el pasado miércoles por el presidente del Consejo de Administración del hospital, Guillermo González Prieto y el director General de administración del IOMA, Gustavo Martínez, la obra social se comprometió a saldar mediante el pago con bonos provinciales la deuda que mantiene con el centro de salud pediátrico por prestaciones realizadas entre 2018 y 2019.
“Es un eje central de nuestra política garantizar la salud pública. La articulación de los servicios públicos son primordiales para que la mayoría de la gente cuente con un acceso al sistema sanitario”, indicó el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, a propósito de la firma del acuerdo.
“Hemos dado un paso importante en el fortalecimiento de las relaciones entre el Hospital y la Seguridad Social, en un contexto difícil que requiere más que nunca optimizar el recupero de costos de prestaciones brindadas a pacientes con cobertura social”, expresó González Prieto, al tiempo que valoró “la buena predisposición de las autoridades de IOMA para llegar al acuerdo”.
Para el presidente de IOMA, Homero Giles, “haber saldado la deuda de 83 millones de pesos con el hospital Garrahan que nos dejara la gestión anterior es muy importante, más en el contexto de pandemia por el COVID 19, en el cual el sistema de salud de la provincia de Buenos Aires, como el del nivel nacional, están llevando adelante esfuerzos extraordinarios para hacer frente a esta difícil situación”, señaló Giles.
“La directiva que nos dio el gobernador, Axel Kicillof, fue que hagamos todos los esfuerzos para mejorar tanto la atención como las prestaciones de nuestra obra social” señaló Giles y, agregó que “haber pagado la deuda con el hospital, es trabajar en pos del compromiso asumido en lo que refiere a la prevención y promoción de la salud que en este contexto de COVID 19 necesitamos hacer”, finalizó el Presidente de IOMA.
En la reunión mantenida entre el Consejo de Administración del Hospital Garrahan y el Instituto, ambas partes se comprometieron a trabajar conjuntamente para diseñar un nuevo nomenclador y a establecer un circuito más ágil para la presentación, procesamiento y cobro de las facturas que entraría en vigencia en apenas 15 días. (DIB)