Martes 16 de Abril de 2024
MELLIZOS DE INTERCAMBIO ROTARIO

El programa de intercambio internacional, es uno de los programas que mayor cantidad de jóvenes ha captado en nuestra ciudad.


En la actualidad son tres los que están viviendo una experiencia inolvidable fuera de Maipú y como consecuencia de ello, tres del extranjero que están en nuestro país. Hay un caso particular que son los mellizos Ithurriague Ramiro y Felipe, que de estar acostumbrados a hacer todo juntos, hoy la vida los puso a prueba, Ramiro se encuentra en Bélgica y Felipe en Dinamarca. Hoy se reúnen después de cuatro meses. Hay otro maipuense viviendo esta experiencia que es Manuel Fontana, quien está radicado en Francia. En diálogo con este semanario desde Bélgica, Ramiro comentó que el motivo de anotarse para hacer el intercambio, se debió a los muchos y lindos comentarios que le hizo su prima Maite, respecto de su vivencia, "es un proyecto altamente recomendable, ves otras culturas, religiones, relacionarte con personas de diferentes nacionalidades. Uno deja su zona de confort y llega a esto que es todo novedoso, pero estoy seguro que lograré un crecimiento personal importante". El joven maipuense tuvo cinco opciones para elegir, Bélgica, Estados Unidos, Dinamarca, Alemania y Francia, "no tenía ni idea de que se trataba, lo puse en primer término ya que veía que era el centro de Europa y de esa forma podía llegar a conocer los países limítrofes. Hoy te puedo decir que estoy muy contento de estar aquí, es un país donde se hablan tres idiomas, está la parte de se habla el neerlandés, la parte donde se habla francés que es donde estoy yo y la parte norte se habla alemán. Esa división entre el francés y neerlandés, se festeja más que el aniversario del país. Es como un Boca - River. No se habla inglés, sólo francés, alemán, neerlandés ellos quieren que aprendas su idioma. Es un país tranquilo, mucho turismo, es habitual ver marroquíes, árabes, turcos. La puntualidad es algo para comentar, uno que toma los medios de transporte, el horario en que llegan y salen, es impresionante. Además es todo muy seguro. El respeto al peatón, es increíble. No hay coche que no te de paso. La inseguridad no existe. Un día fuimos en bicicleta eléctrica a un estadio con un amigo, llegamos y la dejamos sin atar en la puerta, claro que cuando salimos las bicicletas estaban en su lugar. Nadie toca nada. Otra de las cosas que me llama la atención y que me impactó, ahora estoy acostumbrado, es el horario de la cena, alrededor de las 19 y tipo 20,30 están durmiendo. En materia de medio ambiente, en cada casa ves que existen los tarros de diferentes colores, reciclan mucho". El programa ofrece a los participantes la oportunidad de aprender un idioma, descubrir otras culturas y convertirse en ciudadanos del mundo. Los clubes rotarios patrocinan Intercambios de Jóvenes para escolares de 15 a 19 años en más de 100 países. Los intercambios a largo plazo duran un año lectivo, durante el cual los participantes asisten a escuelas de la localidad y se alojan con varias familias anfitrionas. "En cuanto a la familia que me recibió, puedo decir que está integrada por un padre que tiene un pensamiento muy conservador, de un hombre cerrado de Europa, mi mamá la persona con la que más me llevó. Papá es Policía y mamá es profesora. También tengo una hermana que se fue a Estados Unidos y otra de 21 que se fue de intercambio a Italia". Todos los intercambistas necesariamente tienen que concurrir a la escuela. Ramiro es alumno del Instituto Pbro. Mauro Golè y ahora sigue 5to año en Bélgica, "diferencias son muchas, primero que es doble escolaridad y salimos a las 16hs. Los belgas son fríos hasta que entran en confianza. El primer día fue duro. La escuela ocupa dos manzanas y cuenta con cinco pisos. Encima llegué y me metí en un salón donde había todos nenes de cinco años, me quedé esperando que alguien viniera a recibirme, pero después de una hora me llamó otra intercambista y me dijo que bajara que nos estaba esperando el Director". El deporte ocupa en Ramiro una parte importante de su vida, en Maipú juega basquetbol, handball y también hace fútbol, pero en Bélgica sólo basquetbol, "salgo de la escuela y voy a básquetbol a un club, tienen un nivel muy lindo y estamos participando de la liga y la competencia con otros países es habitual. He realizado nuevas amistades que van más allá de la gente que veo todo los días en la escuela". Inseparable de su hermano Felipe, pero ellos eligieron realizar este intercambio y a uno le tocó Bélgica y al otro Dinamarca, "nos extrañamos un montón, hablar con él me hace bien. Estamos ansiosos porque se viene un encuentro ahora para las fiestas. Lo que extraño más de mi hermano son los mates compartidos y los muchos partidos en diferentes deportes que tuvimos la posibilidad de hacer juntos". La comida otro punto saliente de la entrevista con el maipuense, que lo primero que sostuvo que extrañaba las comidas de su madre, el asado, "se come mucha comida de marruecos, de todas maneras no hay nada que envidiarles. Extraño el arroz con atún de mamá, el puré de la abuela. Acá hay comida muy buena, la cerveza es riquísima, hay muy buenas papa fritas". En una parte de la entrevista, Ramiro comentó que eligió Belgica por la proximidad con otros paises y de hecho ha conocido algunos de ellos, "fui a Suiza, conocì los Alpes, Holanda, Francia. Y la visita a Dinamarca donde me encontrare con mi hermano para pasar las fiestas". Los jóvenes de intercambio tienen dentro de las obligaciones a cumplir mientras realizan el intercambio, es precisamente las actividades rotarias y el maipuense ya ha pasado por alguna de ellas, "preparan muchos eventos, este fin de semana colaboramos con el banco alimenticio para personas con discapacidad. Mi función fue repartir folletos, en las cenas servíamos. Todo lo que pide el pueblo, lo hacen". En el final Ramiro dijo que está viviendo momentos inolvidables y que se lo recomienda a cualquier joven, "estoy muy agradecido a la gente del Rotary de Maipú, a quienes aprovecho y les envío un saludo muy grande". Felipe está en Dinamarca uno de los países que quería estar y hoy se encuentra muy feliz de la experiencia que está viviendo en un lugar donde el handball es un deporte muy popular y es el deporte que lleva en el alma. Hoy 18 se reúne con su hermano. "Los países que elegí Dinamarca, Bélgica, Alemania, República Checa y Francia. La elección del lugar fue porque como me gusta tanto el handball y acá son los mejores del mundo, ni lo dudé. Cuando buscas en Google lo primero que aparece es Copenhague, que tuve la suerte de ir como cinco veces, es muy hermoso como otros lugares fantásticos que tienen. Son tres islas, yo estoy en la que se llama Shiley", le dijo el maipuense al semanario. Ya en el viaje de ida tuvo la primera experiencia, porque se encontró con otro intercambista, "tenía el saco de Rotary y me di cuenta que estaba igual que yo, eso me favoreció mucho. A él no tanto, porque no le había llegado la valija de Alemania donde habíamos hecho escala, el pobre estuvo casi una semana sin ropa. Llegué a un lugar donde me esperaba gente que no conocían, personas que sólo habíamos intercambiado algunos email, "me recibieron como si fuera hijo de ellos. Nosotros somos más amigables, ellos un tanto más fríos. Yo fui a saludarlos con un beso, pero me quedé en el amague porque para ellos no es común. De inmediato fui a cenar con las dos o tres familias y en estos días cambié a mi segunda casa. La verdad aprendí mucho hasta el momento, eso es lo que vine a buscar un crecimiento personal". El idioma es uno de los principales escollos que tiene, porque en Dinamarca hablan danés, "cuando llegué no entendía nada, eso me desesperaba porque cuando ellos hablaban no sabía si estaban hablando de mi o que. El idioma hasta hoy en día es una dificultad. No digo que soy un crack pero lo manejo algo. Por suerte muchos hablan ingles, me favorece pero debo aprender el idioma porque me permite hacer todo. En estos momentos soy un agradecido de mis padres, que me mandaron a Inglés cuando yo quería jugar a la pelota. Ellos siempre me dijeron que algún día se lo iba a agradecer y hoy es ese momento". La comida según Felipe no le ha modificado mucho sus costumbres, aunque lógicamente extraña mucho las milanesas, el asado. La escuela a la que asiste tiene cerca de 500 alumnos, "cuando entré quedé impresionado. Tienen dos canchas de fútbol, pileta cubierta, salón de ciencias, la sala de profesores hasta microondas tiene, los bancos no están rayados, todos los salones tienen proyector. Una de las cosas que me pidieron cuando fui a la escuela, la computadora y al instante me di cuenta que no usan lápiz, lapicera todo lo hacen en una computadora portátil. La usan para estudiar, no se juega. Acá no se pide permiso para salir del salón… el salón de geografía tienen globos terráqueos enormes…es normal para ellos, pero para mí novedoso. La primera semana muchos me dieron la bienvenida, pero a la semana tedejan y te tenes que arreglar. No he hecho muchos amigos, son contados con los dedos de la mano. Ellos no se juntan durante la semana, a mí me cambió mucho" La actividad rotaria la tienen que cumplir, es parte de las obligaciones y Felipe lo hace todos los miércoles, "se come, se canta, si bien hay veces que no puedo asistir lo hago con frecuencia. Esos encuentros me han permitido conocer gente de otros países que están igual que yo. Es un punto alto de este viaje", dijo Felipe. También dijo manejar es aspecto emocional, el extrañar a su familia amigos entre otras cosas, "como que cambié el chip, ellos viven una realidad distinta a la que me pasa a mí. Eso no quiere decir que no tenga ganas de hablar con ellos. No hablo mucho con mi familia, pero los extraño. Los primeros meses fueron costosos, pero me acostumbré. La comida de la abuela, es algo que anhelo también". Hoy 18 de diciembre en Dinamarca se produce el encuentro con su hermano, con quien hace cuatro meses no se ven y lógicamente necesitaban estar juntos, "mi familia dijo que no tenía inconvenientes en recibirlo, la idea es que conozca el lugar, mis amigos, serán tiempos para ponernos al día". El tema seguridad es un tema que resaltó el maipuense, "una vez me olvidé la computadora, la billetera en el bus que tomó todos los días para ir a la escuela, me quería morir, pero lo sorprendente es que a la hora tenìa todas mis pertenencias en mi casa. Increíble. Te dormís en el colectivo y dejás las cosas al lado del asiento y nadie toca nada. Son mundos diferentes, acá funciona todo. Me encataría en un futuro poder venir a trabajar o vivir, hay trabajo", cerró Felipe Ithurriague.


 









SEMANA MAIPUENSE
PROPIETARIO: EZEQUIEL E. ESTERELLAS
DIRECTOR RESPONSABLE: EZEQUIEL E. ESTERELLAS
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