Nació en Paraná, Entre Ríos y fue en el año 1998 donde se ordenó como Sacerdote. Desde hace tres años reside en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Maipú. Desde muy joven sabía que iba a realizar el seminario y sus padres no estaban muy convencidos, "de chico participaba de grupos juveniles, siempre estaba en la parroquia y de a poco iba sintiendo que podía ser lo mío, por el otro lado me ayudó el testimonio de un Sacerdote que conocí en Paraná, era el Padre Maxi. Eso me llevó a querer imitarlo, en la fe no hay nada mágico y Dios se manifiesta a nosotros mediante las mediaciones humanas. Siempre es una persona que con una palabra, gesto nos acerca más a Dios. Siempre fui a escuelas del estado y cuando estaba terminando el perito mercantil en cuarto año muchos profesores me decían que no y en muchos test vocacional me daba que podía tener un perfil de Contador. A mi familia le costó aceptarlo, sobre todo a mi Padre que están en el cielo, luego lo aceptó con alegría, también algunas tías, por ahí mi madre no lo manifestaba tanto, sì estaba triste. Hoy a 22 años puedo decir que es más lo que he recibido por parte de Dios, de lo que yo he dado. Tuve la oportunidad de crecer, siempre sostenido por él. Habitualmente utilizo una palabra que es la providencia, que es lo contrario a la casualidad, nada es casualidad es que Dios dispone para nuestro bien aún cosas malas que nos puedan suceder". El Padre Julio Aguiar se ordenó como Sacerdote un 14 de febrero de 1998, en la ciudad de Claypole, Provincia de Buenos Aires y desde ese entonces a ahora muchos cambios han sucedido dentro de la iglesia, "en la iglesia estructura yo me crié con Juan Pablo II, Benedicto y hoy el Papa Francisco, en cuanto a Argentina en cuanto a la cúpula siempre un acercamiento más a la gente más necesitada, abriendo el espectro a la participación de los laicos en la misma. Eso es algo que Francisco ahora trabaja mucho. También puedo hablar de la iglesia vista desde la óptica de los laicos, sí ha decaido un poco la practica de la vida religiosa, sobre todo en estas latitudes. Hace unos días estuve descansando en mi ciudad, Paraná y no hay misa que no esté colmada de personas en todas las parroquias, en la misa que quieras. En cuestión de fe nos salva el interior del país, como a nivel mundial nos salva la India, África que llegan muchas advocaciones. En cuanto al por qué no asiste la gente a la iglesia, la Iglesia no la conformamos solamente el Papa, los Obispos y los Sacerdotes, son todos los bautizados. Ahí es donde falta trabajar mucho, en la inserción y toma de conciencia que la iglesia la construye el bautizado desde su lugar, desde su familia, trabajo de su lugar en la sociedad. Es relativo el crecimiento de otros cultos, he visto muchos que han participado de otras religiones, pero han vuelto. Lo veo en las misa de sanación, que son un semillero de reflotar esta advocación laical o bautismal que tenemos todos. Todas las misas son de sanación, si rezo una misa sólo o con gente, es de sanación. En las que hacemos los cuartos viernes del mes, es donde hacemos hincapié en las enfermedades físicas o espirituales. Lo empecé a implementar en Maipú porque he tenido experiencias de otros sacerdotes y eso lo he volcado en esta ciudad. Donde podemos decir que es la misa de mayor concurrencia, no sólo de Maipú sino de la región". Los primeros 15 años tras su ordenación, Julio Aguiar no tuvo parroquia asignada, estuvo dedicado a la Educación, pues fue representante legal de colegio. Como hoy lo es al frente del Mauro Golè, "el primer colegio fue en el barrio de Pompeya, tras un año permanecí 6 en la Sagrada familia de Mar del Plata, tras estar ahí me desempeñe 4 años en Córdoba Capital, luego me tocó estar 3 años en Los Ángeles al sur de Chile, volví a Rosario y tomé mi primera parroquia. La segunda parroquia es la maipuense. Cuando llegué a la Diócesis de Chascomùs, me ofrecí acompañar en lo pastoral los colegios, por eso el Obispo pensó en Maipú. También atiendo el colegio Paula Robles de la ciudad de Dolores", le dijo el Padre a este semanario. El próximo 05 de marzo se cumplirán tres años que preside la Parroquia Nuestra señora del Rosario, "me siento bien acá, estoy cómodo y con muchos proyectos de hacer cosas y con el afán de buscar la participación del pueblo de Dios en la construcción de la comunidad". Desde hace unos quince días cuando el Padre tomaba sus vacaciones en su provincia, sufrió un accidente en la calle, donde un vehículo lo embistió y como consecuencia de ello se fracturó la rodilla izquierda. Hoy cuenta con un yeso que deberá llevar durante un mes. Eso no impidió que pueda presidir la santa misa.