El domingo 12 de septiembre vivimos con entusiasmo y espíritu de aventura una nueva experiencia en nuestras vidas. Treinta personas decidimos salir de nuestra zona de confort y dar la pelea, sin importar el resultado. De hacer algo fuera de las charlas de café y catarsis familiares, para recuperar aquellos valores que lentamente los gobiernos de turno han resquebrajado. Nos toca hacerlo en nuestro Pueblo, sabiendo que las pequeñas comunidades son los capilares que nutren, de abajo hacia arriba, el gran tronco de nuestra Patria.
Eso es lo que nos propusimos, saber que el día de mañana no podremos decir que no lo intentamos. Esto es lo que nos motiva a seguir trabajando y a seguir creciendo, esa paz interior de saber que se actúa por convicción.
Sin estructuras políticas previas, ni actuales que nos amparen, sin dinero, con la bandera de la convicción y la austeridad, dimos la pelea.
En noviembre estaremos gustosos de presentarnos nuevamente, con respeto, espíritu democrático y esperanza.
Invito a toda persona que se sienta identificada con nuestros valores a unírsenos. A aquellos vecinos que saben que el dueño de su propio futuro es uno mismo. A aquellos padres de familia que saben de la intromisión ideológica del estado en la educación de sus hijos. A aquellos comerciantes y emprendedores que apagan su emprendimiento por sentirse asfixiados, al igual que los productores agropecuarios. A aquellas jóvenes que saben que no hay cosa más revolucionaria, hoy día, que ir contracorriente mediante el sentido común. A aquellos que saben que lentamente se transgrede nuestra Constitución Nacional, nuestros valores fundantes y nuestra tradición. Llamamos a aquellas personas que no nos eligieron a hacer uso de un voto útil para que una tercera fuerza, con identidad propia esté presente en el concejo deliberante haciéndolo más plural, con mayor representatividad y deliberación.
Por último, envío un saludo fraterno a las 648 voluntades que nos eligieron y a aquellas personas, que aunque pensemos diferente, transitamos el mismo camino de pensar que la política es una noble herramienta para la búsqueda del bien común.