La Selección argentina de hockey masculino, los Leones, lograron un agónico empate ante Francia por 5 a 5 en la última jugada del encuentro y se clasificó a los octavos de final del Mundial de que se desarrolla en India, este viernes, en el marco de la tercera y última jornada del Grupo A.

Con este resultado, Argentina finalizó en la segunda posición de su zona con cinco unidades, y deberá enfrentar en la próxima instancia a Corea del Sur o Japón (tercero del Grupo B), el lunes desde las 8.30.

El empate le impidió la remota chance de ganar su zona y acceder directamente a cuartos de final, un derecho que se acreditó Australia con su triunfo sobre Sudáfrica por 9-2 en el primer turno. Los oceánicos finalizaron con siete unidades, los Leones con cinco, Francia con cuatro y los sudafricanos, sin unidades.

El encuentro que se disputó esta mañana en el estadio Kalinga de Bhubaneswar tuvo a Della Torre -con un triplete-, Nicolás Keenan y Martín Ferreiro como anotadores en la Selección nacional, mientras que Victor Charlet -con cuatro goles- y Etienne Tyneves hicieron lo propio para Francia, que enfrentará al segundo del Grupo B, Alemania o Bélgica, dos potencias de la disciplina.

Keenan abrió el marcador para la albiceleste, pero Tynevez igualó las acciones a los 11 minutos. Della Torre volvió a empujar a los argentinos adelante, pero Charlet marcó por duplicado en dos minutos para revertir el tanteador. Della Torre otra vez niveló las cosas y Charlet colocó el 4-3 a los 49 minutos. Ferreiro gritó el 4-4 cuando el reloj indicaba los 51 minutos, para darle paso a la vibrante definición que tuvo el partido para ese 5-5.

Los Leones culminaron invictos esta fase con un triunfo sobre Sudáfrica por 1-0 (con gol de Maico Casella) más un meritorio un empate 3-3 ante Australia, favorito para ganar el título, con tantos de Tomás Dómene, Casella y Martín Ferreiro.

Argentina busca en este Mundial repetir el podio de La Haya 2014 cuando terminó en un histórico tercer puesto, que fue el prólogo del oro olímpico de dos años más tarde en Río de Janeiro.

Fuente : La Prensa