La pena había sido acordada por el músico y la fiscalía en la causa por doble homicidio culposo por el siniestro en el que fallecieron el mánager del grupo, Ignacio Abosaleh, y el trompetista Nicolás Carabajal.
La sentencia obliga a Pepo a seguir con un tratamiento psiquiátrico y psicológico y le prohíbe conducir por diez años. En diciembre de 2019 se le había concedido la prisión domiciliaria por una fractura de peroné que había sufrido en el penal donde se encontraba detenido.
El fallo también deja constancia sobre la actitud que tuvo Castiñeiras después del vuelco cuando dijo que el que manejaba la camioneta era Abosaleh y no él.
Para evitar el juicio oral, el músico solicitó un juicio abreviado en el que aceptó el cargo de homicidio culposo agravado por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria. Manejaba con el doble de alcohol en sangre de lo permitido por la ley y con estupefacientes.
El músico fue beneficiado con arresto domiciliario a los cinco meses de estar en prisión para internarse en una clínica por una fractura que sufrió mientras estaba detenido. Hace poco logró mantener el arresto domiciliario y las salidas laborales a pesar de acusaciones que aseguraban que había intentado escaparse. (DIB)