La Profesora de Pintura no sólo dicta clases, cursos, sino que además se desempeña en la Cárcel de Batán donde trabaja en arteterapia con los presidiarios. Cursó sus estudios en los colegios parroquiales de nuestra ciudad, una vez finalizada la etapa del nivel secundario, eligió Mar del Plata para continuar con su formación universitaria, la cual no tenía definida, "es muy afortunado quien encuentra su vocación ni bien sale del secundario, no fue mi caso. No sabía bien qué estudiar, no tenía una decisión tomada. Hice un test vocacional y me dio todas materias humanitarias, entre ellas Psicología carrera que empecé pero dejé por diferentes razones. Después de tantos años entendí que no había sido mi verdadera vocación, porque la verdadera vocación cuando llega es como un huracán imparable. Uno tiene que poder encontrarla en cualquier edad, ese encuentro de uno con la vocación hace el propósito en la vida, mientras tantos andas perdido sin saber a donde ir. Así me pasó con la pintura, empecé a pintar cuando había terminado diseño de interiores, lo primero que pude terminar con mucho esfuerzo. No mental, sino por sostener un estudio. Hasta ese momento era inconstante, me gustó y pensé que me iba a dedicar a ello, pero teniendo un negocio de decoración y de regalos empecé a pintar, porque había cosas que las veía cosas que me gustaban y las veía como simples y al comprarlas para vender me resultaban costosas. Entonces intenté resolverlo de esa manera, fue así que cuando comencé a pintar no pude parar. Tome clases, me comentaron de un profesorado de pintura decorativa, no sabía de que se trataba. Fue una herramienta más, pero nunca me imaginé que terminaría dando clases. Fue de manera accidental, faltó una profesora y arranqué yo. No sabía tampoco que tenía esa capacidad de enfrentar a las personas y explicar didácticamente algo. Cuando terminé comencé con un programa en canal 8, lo que me permitió captar más alumnos. Hoy vivo de esto y mi vida gira en torno a la pintura, clases, exposiciones, ventas". En los veranos marplatenses, la maipuense siempre es convocada para trabajar en el espacio Clarín y lo hace de la marca "Pinturas eternas", son quienes sostienen el espacio "mañanas eternas" que se desarrollan en los veranos de Clarín en el edificio de calle Alberti al 1200. Hoy hace siete años que llega a ese lugar para brindar capacitaciones. Comenzó con pintura para niños. Por la tarde y por séptimo año también tomo parte de la plaza de arte, donde famosos, personalidades van a pintar a beneficio de las ONG de la ciudad. Eterna nos aporta todos los materiales para que todos los martes y jueves podamos a recibir a ciento de personas. La gente lo único que lleva es un alimento no perecedero, el cual lo destinamos a "Pequeños Guerreros", una ONG de Mar del Plata.  Lejos de conformarse con lo que hace, Betina que es la hermana del fotógrafo maipuense, Marcelo Diego, sigue capacitándose, "estoy preparando los finales para recibirme. La formación es continua, los adultos necesitamos alimentar nuestro cerebro para que este funcione parejo y bien. Lo de Arteterapia es una formación que hice en un Instituto Barbecho, ahí completé mi formación y hoy dicto clases. Es un instrumento para llegar a las personas mediante el arte. Es donde pude hacer una unificación y entender por qué pasé por Psicología, me sirvió para utilizar esas herramientas adquiridas en la universidad en ese momento. Desde el año pasado tengo una representación del Conservatorio Grasi, que me permite a mí formar personas en pinturas decorativas. Me asocié con otras profesores como son Graciela Furfaro y en Necochea con Eli Battistella. En mi casa particular también hacemos talleres en base a los pedidos de cada uno». La artista ha estado en Maipú y eso lo hace superfeliz, "me fui a los 18 siendo que y vuelvo hoy siendo yo y mi vocación, siempre es una alegria volver a mi ciudad. Siempre cuento con personas importantes como Florencia Aspitia, Agustin Soldati» Uno de los datos salientes de la maipuense Betina Ferrara, es que dicta clases en la Unidad Penal de Batán cerca de cinco años, lugar donde llegó luego de conocer en su formación de Arteterapia Vicente Lema, su Profesor quien les hablaba de su trabajo en el penal de Resistencia y eso la motivó, "la cárcel es un sistema obsoleto donde la gente se aloja sólo para castigo, hay poca posibilidad de inserción social, digo esto porque la mayoría de las personas nunca estuvieron insertos en la sociedad, justamente están ahí porque han sido la parte vulnerada. Gente que creció, se desarrolló sin oportunidades. Tengo muchos alumnos que son analfabetos, gente que su primer DNI lo tuvieron en la cárcel y eso habla de un gran desinterés de la familia y es difícil que puedan ser personas de bien si crecen en un ambiente donde no hubo amor, donde no lo alimento, que no lo llevo a la escuela. Cada vez que voy me encuentro con diferentes situaciones. Por suerte hay muchos logros, la valoración, el afecto es como desmedido. Este último año además de mis clases de pintura, me fui involucrando en otras cuestiones. La producción que una vez realizaron ellos, los expuse en una exposición en un pasillo y luego dentro de un pabellón, donde nunca había realizado una exposición. A mí gusta pintar mandalas y hoy unos treinta de ellos tienen mandalas en sus celdas y hechas por ellos. Participó en un programa de radio en la cárcel y otra cosa linda es que hicimos un evento internacional de diseños. Quien entra a una cárcel y siente todo lo que recibe a cambio, no puede dejar de ir, todos tenemos algo que aportar, sobre todo desde nuestra vocaciòn, es tan lindo y gratificante, que ni siquiera lo sentimos como algo dado, es algo que va y viene naturalmente".